Hay quien piensa en Inteligencia Artificial y ve un Gran Hermano que todo lo ve. Y es que cuando elegimos una serie recomendada por Netflix, o cuando pedimos a Alexa la temperatura, estamos utilizando esta tecnología. Pero la Inteligencia Artificial va mucho más allá y, sin darnos demasiada cuenta, existen diversos sistemas de seguridad que nos protegen y garantizan el bienestar físico individual o de la sociedad. Pero, así mismo, cuidan de nuestros bienes. Esto puede pasar tanto en un trayecto en metro, cuando estamos en el centro comercial, en un edificio corporativo o cuando contratamos servicios para proteger nuestra propia vivienda.
Un ejemplo fácil: a una señora le roban el bolso de un tirón en la parada del metro. ¿Cómo nos ayuda la Inteligencia Artificial para detener al delincuente? Vamos a desgranarlo.
Una tecnología en expansión
Los avances tecnológicos impulsan, en general, grandes cambios y una rápida evolución de distintos sectores económicos. Concretamente, en el sector de la seguridad, la aplicación de la Inteligencia Artificial, y a pesar de que está en constante desarrollo, ya permite aumentar la eficiencia operativa y agregar valor procesando y analizando automáticamente grandes cantidades de datos.
Como destaca Montse Castro, CEO de Casmar, “la aplicación de nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial, en los sistemas de seguridad, han acelerado la evolución del sector y permitido lanzar soluciones innovadoras que nos hacen avanzar hacia un mundo más inteligente y seguro”.
En los más de 40 años de trayectoria, Casmar siempre ha tenido claro su objetivo: aportar valor al sector de la seguridad y al cliente. Este distribuidor de soluciones y productos de seguridad es reconocido por su amplio conocimiento de las tendencias del sector, así como por su porfolio de marcas y soluciones que incorporan tendencias y tecnologías innovadoras, aportando, así, un valor añadido al cliente. Según Castro “el cliente confía en nosotros, como expertos y conocedores del sector y las tecnologías para ofrecerle soluciones integrales de calidad que responden a sus necesidades concretas”.
Reducir el factor humano en la seguridad
La tecnología aplicable a la seguridad evoluciona cada vez más rápido y hace que nazcan nuevas tendencias y posibilidades para un sector que es cada vez más imprescindible. Actualmente, ya existen diversas soluciones que integran Inteligencia Artificial, Machine Learning y Deep Learning. La incorporación de estas tecnologías permite transformar una solución de seguridad de pasiva a activa, minimizar el error humano y conseguir una seguridad más rápida, integral y fiable.
Los sistemas de videovigilancia en red están pasando de ser simples dispositivos de supervisión a formar soluciones integrales que se pueden aplicar en todas las industrias verticales y sectores del mercado. Lo que impulsa todo esto es la tecnología de Inteligencia Artificial integrada con sistemas a todos los niveles, una tendencia que se espera que experimente un crecimiento sin precedentes. De hecho, los analistas de la industria calculan que el mercado global de vigilancia y seguridad basada en Inteligencia Artificial llegará a los 4.460 millones de dólares en 2023.
En el ámbito de la protección perimetral, la introducción de la IA ha marcado un antes y un después en la detección de una intrusión. Al utilizar un sistema tradicional, éste no es capaz de distinguir entre alarmas reales provocadas por personas y otras provocadas, por ejemplo, por vehículos o animales. Al utilizar una protección perimetral inteligente, con Inteligencia Artificial, permite la detección de cualquier intrusión en los entornos más exigentes, con poca iluminación y a largas distancias. Con ello, se consigue la reducción de las falsas alarmas, una detección precisa, rápida y fiable, así como una disminución del número de intervenciones y, por tanto, de costes y un aumento de la eficacia.
También resulta útil para ciertos casos utilizar sistemas de seguridad de reconocimiento facial en tiempo real, como podría ser en estadios deportivos, retail o en bancos, para garantizar la seguridad y gestionar los accesos. Debido a la aplicación de Inteligencia Artificial, está tecnología es ahora más rápida que antes, pudiendo realizar hasta 60 millones de comparaciones de rostros en menos de un segundo; la identificación facial se puede realizar sobre imágenes de alta resolución de hasta 4K, y, muy pronto, en 8K; y la precisión del reconocimiento ha aumentado, minimizando los errores que ocurrían anteriormente.
Asimismo, en entornos de alta ocupación como, por ejemplo, estaciones de metro o centros comerciales, en los que se dispone de diversas cámaras de vídeo vigilancia para la captura, análisis, almacenamiento, transferencia y reproducción de imágenes de grabación, al integrar la seguridad con la Inteligencia Artificial y el Deep Learning, permite realizar visualizaciones, búsquedas y análisis de las imágenes captadas. Ello permite ordenar con facilidad horas de vídeo para localizar en segundos a una persona, objeto o vehículo de interés especifico atendido a descripciones físicas, cargando una foto o encontrando una imagen en el vídeo grabado. De este modo, se mejora el tiempo de respuesta a incidentes y facilita la recopilación de pruebas de vídeo solicitadas para investigaciones o para mostrar la ruta de un vehículo o individuo, o su última ubicación conocida.
Por lo tanto, como toda nueva tecnología, la utilización que se hace de esta es la clave. En el caso de la señora del metro, una investigación que podría llevar días con varios agentes trabajando, se podrá realizar en un corto espacio de tiempo y resolviéndola de manera satisfactoria. Para muchos la Inteligencia Artificial es el futuro, pero está más presente de lo que creemos, ayudándonos y protegiéndonos en nuestro día a día.
- Artículo publicado en La Razón el 28 de junio de 2022